Ecuasanitas y Fundación Rett firman un nuevo convenio que fortalece la atención en salud para familias de niños y niñas con discapacidad severa
La Fundación Rett Ecuador y Ecuasanitas oficializaron este martes una alianza que representa un avance trascendental para garantizar el acceso a servicios de salud de niños y niñas con discapacidad severa y brindar un apoyo real a las familias cuidadoras. El convenio, firmado en Quito, establece un modelo de cobertura que responde a necesidades concretas y urgentes, marcando un precedente en el país para la atención de condiciones de discapacidad poco conocidas.
Durante el evento, al que asistieron familias, representantes de ambas instituciones y aliados estratégicos, se destacó que esta colaboración busca cerrar brechas históricas en el acceso a terapias especializadas, acompañamiento médico y apoyo económico para tratamientos esenciales.
Una respuesta directa a necesidades reales
La Fundación Rett Ecuador acompaña diariamente a familias que viven desafíos intensos: jornadas de cuidado ininterrumpidas, dificultades para acceder a terapias, falta de contención emocional y sistemas de salud que, con frecuencia, no dimensionan la complejidad de experimentar una discapacidad severa.
En ese contexto, el convenio con Ecuasanitas representa un paso firme hacia condiciones de vida más justas y dignas. La cobertura acordada incluye tres pilares fundamentales:
- Terapias especializadas con continuidad y respaldo profesional, indispensables para el desarrollo y estabilidad de las niñas.
- Consultas pediátricas mensuales, que permitirán un seguimiento permanente de la salud general y del bienestar familiar.
- Un bono anual de medicamentos de 500 dólares, destinado a aliviar los gastos recurrentes que enfrentan las familias mes a mes.
Para muchas de ellas, este convenio significa el ingreso a un sistema de salud que ofrece estructura, acompañamiento y alivio real.
Una alianza con sentido humano
Durante la ceremonia, Estéfani Espín, fundadora de la Fundación Rett Ecuador, resaltó la profundidad social del acuerdo. “Hoy celebramos mucho más que una firma; celebramos un acto de responsabilidad social real. Este convenio es un puente hacia el bienestar, la dignidad y la esperanza de nuestros niños, niñas y sus familias”, señaló.
Subrayó que esta alianza permitirá fortalecer no solo la atención médica, sino también programas integrales de la fundación: acompañamiento emocional para familias cuidadoras, espacios de contención psicológica, formación para el desarrollo del talento, iniciativas de empleo inclusivo y acciones de comunicación que transforman la mirada social sobre la discapacidad. “Nuestro compromiso es humano, ético y constante. Este convenio impulsa la vida de nuestros niños y niñas, pero también impulsa a sus familias. Les recuerda que no están solas”, añadió.
Asimismo, agradeció el compromiso de Ecuasanitas por sumarse a un esfuerzo que trasciende lo administrativo: “La responsabilidad social no se declara, se practica. Y cuando se practica, transforma vidas y abre oportunidades”.
Estéfani Espín
Corresponsabilidad y derechos
La alianza impulsa un modelo de corresponsabilidad que reconoce los derechos de las personas con discapacidad y prioriza su bienestar. Al garantizar acceso a terapias, consultas pediátricas y apoyo económico, el convenio coloca la discapacidad en el centro de la conversación sobre salud, donde, siempre ha debido estar.
Para Ecuasanitas, este acuerdo se inscribe en su política de fortalecer la atención a grupos históricamente desatendidos, apostando por un modelo de salud integral, preventivo y con enfoque humano.
Un paso adelante para las familias con discapacidad severa
La firma del convenio reafirma la misión de la Fundación Rett: acompañar, visibilizar y construir caminos que permitan a cada niño y a cada niña vivir con el apoyo que merece. La organización insistió en que este tipo de alianzas demuestran cómo el trabajo conjunto entre sociedad civil y empresas puede generar transformaciones reales y sostenibles.
El evento concluyó con un mensaje claro: cuando se unen voluntades, la salud y la dignidad dejan de ser una aspiración y se convierten en una garantía.
